Todavía recuerdo cuando nos apuntamos a la liga Pokémon del barrio. Éramos el equipo perfecto, con los dos mejores maestros pokémon del mundo; lástima que nos perdiéramos de camino a Villaverde Alto, que era donde tenían lugar los torneos. Al final tuvimos que conformarnos con participar en la liga fantástica de béisbol.
Ya no hacemos actividades de piso como antes.
Responder